BEECHCRAFT T-34A MENTOR

  Como consecuencia del enorme éxito alcanzado por su "Bonanza”, la Beech Aircraft Corporation diseña el “Modelo 45” de entrenamiento, que, estructuralmente similar a la famosa avioneta y con idéntico plano, se diferencia de ella por tener la cabina con dos puestos en tándem y un empenaje convencional. Enfrascados los dirigentes de la USAF en el debate acerca de si la instrucción debe hacerse ya desde un principio con reactores, sólo en marzo de 1953, después de preponderar la opinión más clásica, es el nuevo entrenador adoptado por la USAF como T-34 “Mentor”.   Haciendo bueno el dicho “de tal palo tal astilla”, esta avioneta, robusta, económica y admirablemente maniobrera, no tendrá nada que envidiar a su predecesora, y las 1.285 fabricadas en EEUU, Canadá, Japón y Argentina, volarán de la forma más satisfactoria en una veintena de países, e incluso parte de ellas lo siguen haciendo  cuando ha transcurrido ya más de medio siglo desde su primer vuelo, realizado en Wichita por el probador Vern Carstens. Incluso en 1973 se abrió de nuevo la línea de montaje para producir la versión turbohélice T-34-C, de la que la U.S.Navy solicitó 334 ejemplares, a los que se fueron añadiendo pedidos también considerables por parte de otras ocho naciones. No obstante, a decir verdad, esta variante más moderna nunca llegó a alcanzar la espléndida manejabilidad del T-34 original. En noviembre de 1957 llegan nuestras primeras Mentor a Bilbao, siguiendo poco más tarde un segundo envío, que a bordo del portaaviones “Corregidor” arriba a Santander. Son de inmediato puestas en servicio como E.17 en la Academia General del Aire de San Javier, donde sustituyen a los arcaicos HS-42 en prácticas de navegación, tiro y fotografía. Las veintiséis que en total habrán de recibirse, prestarán después servicio como aviones de escuela elemental, completando un excelente “record” de seguridad, con pérdida de un solo avión, y sin consecuencias graves, al alcanzarse 100.000 horas de vuelo. Por desgracia, este logro envidiable se vio frustrado al final, pues cuando estaban a punto de cumplirse sus treinta años de servicio en la Academia, el 29 de septiembre de 1987 se estrelló contra el suelo la E.17-13, causando la muerte al capitán profesor D. Carlos Montaño y al alumno D. Héctor Haya , nieto del laureado Carlos Haya y miembro de la tercera generación en una ilustre familia de aviadores. Las fieles y cansadas Mentor causaron baja a finales de 1988 en la Academia de San Javier, después de formar dos millares y medio de pilotos en unas 130.000 horas de vuelo y a lo largo de treinta años. Fueron sustituídas por las “Tamiz” o “Pillán” fabricadas por CASA (y no muy bien acogidas al principio por sus destinatarios). De la veintena larga que aún quedaba en servicio, diecisiete fueron donadas a la Fuerza Aérea Uruguaya, mientras que cuatro permanecieron en España; la E.17-24 que, estupendamente restaurada por el gran Manuel Sánchez Damián, hace poco fallecido, surca alegre los cielos de Cataluña con su nueva matrícula EC-GXQ, la E.17-20, que es la que vuela con la Fundación Infante de Orleans, una tercera, que desde su podium da la bienvenida a los visitantes de San Javier, y finalmente otra, exhibida en el Museo del Aire como merecido homenaje a un avión que miramos con añoranza cuantos, de una u otra manera, tuvimos la dicha de pilotar.
Ficha técnica

Motor: Continental O-470 de 225 HP
Envergadura: 10,00 m
Longitud: 7,90 m
Velocidad máxima: 305 Km/h
Velocidad de crucero: 278 Km/h
Velocidad mínima: 80 Km/h
Techo operativo: 6.100 m
Autonomía: 1.570 Km
Acomodo: Biplaza
Peso vacío: 934 Kg
Peso total: 1.317 Kg
Primer vuelo: 2 de diciembre de 1948